Las mujeres han sido, a lo largo de los siglos, ignoradas, manipuladas, obligadas, humilladas... pero siempre fuertes. Fuertes con una fortaleza que los hombres no conocen. Este libro es la voz de muchas de ellas. Es un acercamiento al Marruecos de hace unos años a través, precisamente, de esas mujeres.
El libro se compone de numerosas entrevistas que su autora, Fátima Mernissi, realizó durante los años '70 del pasado siglo. En ese sentido, el lector actual puede entender que no se trata de una fotografía del país y de la situación de la mujer del siglo XXI. Si bien, pese a que ciertamente, muchos de los testimonios son comprensibles cuarenta años atrás y distan de la situación más general de la actualidad, sí que podemos hacernos una idea de cuál ha sido el papel de la mujer durante años y comprender un poco mejor los cambios que ahora se están dando y la mentalidad que aún impera en muchos hombres (y también mujeres) del presente de Marruecos. Quizás las niñas ya tienen acceso a la educación de un modo más generalizado, pero siguen existiendo muchas niñas (y niños) con una educación muy mejorable. Tal vez ya no se case a las mujeres (niñas en realidad) con poco más de diez años con absolutos desconocidos, pero siguen existiendo muchos matrimonios castradores y muchas familias para las que el lugar de la mujer sigue estando en casa. Si una es mujer y pasea por Marruecos, sigue sintiendo que no lo hace con la misma libertad que los hombres. Y, sobre todo, para quienes venimos de occidente, siguen existiendo ciertos temores a hacerlo solas. No se trata de demonizar una cultura distinta a la nuestra y, verdaderamente, no podemos generalizar. Con todo esto vengo a referir la importancia de este libro que, aunque no presente testimonios recientes, sí nos hace partícipes de unas voces que pocas veces son escuchadas y nos anima a apoyar a las mujeres de todos esos lugares en los que se les pretende dar su sitio, incluidas nuestras ciudades y países que, en demasiadas ocasiones, consideramos "salvadas" o exentas de todo mal. Leer a Mernissi es leer a las mujeres de a pie, las que han tenido que bregar con la dureza de una vida que no siempre es la que esperaban pero que, pese a todo, nunca han perdido las ansias de seguir adelante y que han comprendido que en la educación se encuentra el futuro de un país, esté en el rincón del mundo en el que esté.